La personalidad puede definirse como el conjunto de rasgos o patrones de conducta que diferencian a unas personas de otras.
Abarca un gran número de aspectos: pensamientos, emociones, conductas, actitudes, hábitos, formas de afrontar los problemas… y está compuesta tanto por características innatas como por otras que se van adquiriendo con el paso de los años.
Los test de personalidad, tienen por objetivo detectar aquellos rasgos del carácter que se considera pueden influir positiva o negativamente en el posterior desempeño profesional. Con ellos se trata de contrastar y completar la información que se ha transmitido durante la entrevista personal u otras pruebas.
Y evidentemente, aunque algunos rasgos de personalidad se suelen considerar positivos en cualquier caso, la necesidad de otros variará en función del puesto de trabajo concreto que se pretenda cubrir: por ejemplo, un trabajo contable requiere características diferentes a otro de tipo comercial.
Tipos de test de personalidad
Existen diferentes tipos de test de personalidad usados en los procesos de selección. A continuación presentamos los más comunes:
Test Introspectivos
Por norma general se trata de test con respuestas cerradas en las que se intenta que, ante una cuestión determinada, haya una respuesta en un sentido u otro, o bien que se califique una afirmación como correcta o incorrecta. Asimismo, ofrecen alguna posibilidad intermedia, que pueda elegirse en caso de indecisión.
En otras ocasiones, simplemente se pedirá que se valore, dentro de una escala (por ejemplo, de 0 a 10) la frecuencia con la que se pone en práctica una determinada conducta.
Estas pruebas se basan en la consideración de que siempre se tiende hacia un extremo en cualquier rasgo de personalidad y el detectar dichas tendencias sirve para ir dibujando el perfil psicológico del individuo.
Se suelen plantear varias cuestiones para valorar cada rasgo, lo que ayuda a contrastar unas respuestas con otras, logrando que el resultado final sea más fiable.
Test Proyectivos
Se llaman proyectivos porque lo que pretenden es que, a través de las respuestas que un sujeto ofrece a determinadas cuestiones , se proyecte su personalidad.
Así, se le plantearán determinadas situaciones para que, tras una breve reflexión, proponga la solución que se considere más adecuada. Posteriormente, el profesional encargado de analizar los resultados intentará, a partir de esas respuestas, extraer el correspondiente perfil psicológico.
Además de los test propiamente dichos, se puede hablar en un sentido más amplio de Pruebas Proyectivas. Se amplia información al respecto en el correspondiente apartado.
Consejos para realizar test de personalidad en procesos de selección
A Continuación tienes algunas recomendaciones para realizar test de personalidad:
- Al igual que en otros tipos de pruebas, se debe acudir con la suficiente antelación y tras haber descansado bien. Esto facilitará la relajación y concentración.
- Es importante leer detenidamente las instrucciones que se facilitan. Y si surge cualquier duda, conviene preguntarlas de antemano. Muchas veces, las prisas ocasionan pérdidas de tiempo o incluso errores fácilmente evitables.
- También es imprescindible leer con detenimiento la pregunta que se plantea así como las posibles respuestas que se ofrecen. No obstante, y para que el test sea fiable, tampoco es conveniente meditar demasiado cada cuestión porque esto podría ocasionar sesgos que invaliden esta prueba.
- Es fundamental entender que, en estos casos, no se trata de acertar la respuesta correcta. De hecho, para cada puesto de trabajo se valorarán rasgos diferentes. Por tanto, simplemente se debe contestar con sinceridad y sentido común.
- Es contraproducente intentar imaginar cuales son las respuestas más deseables. Primero, porque es fácil equivocarse al respecto. Y segundo, porque los propios test incluyen controles para controlar la veracidad de las respuestas.
- A veces se eligen soluciones que no son las “políticamente correctas”. No son aconsejables, pero tampoco se deben evitar a toda costa. Todo el mundo tiene defectos; intentar dar una imagen de “total perfección” puede provocar la impresión de que las respuestas son falsas.
- Lo que no conviene es transmitir la sensación de indecisión. En los test introspectivos, por ejemplo, un excesivo número de respuestas intermedias impiden que la prueba ofrezca resultados concluyentes, por lo que no habrá servido de nada e, incluso, puede transmitir un dato negativo: inseguridad. Es preferible definirse.
- Al finalizar, es muy aconsejable revisar que los datos personales estén correctos. De nuevo, las prisas o los nervios pueden ocasionar olvidos que, en el peor de los casos, impedirían que la persona que evalúe los resultados sepa a quién corresponden.